En este caso se trataba de un encargo muy especial para un cumpleaños del hijo de mi compañera Ana, quería llevar un detalle para sus compañeros de clase y qué mejor galleta que un coche, en este caso un todo terreno.
Creo que a todos les encantó la sorpresa y ni que decir a Alejandro que celebró su cumpleaños por todo lo alto, con unas galletas personalizadas con un intenso sabor a mantequilla.
Felicidades y que cumplas muchos más y gracias a ti Ana por confiar en mi para una ocasión tan especial.
Aquí os dejo unas fotos de todo el proceso y de cómo quedaron una vez empaquetadas.
Con el boceto del coche y cómo voy rellenando con la glasa.
Hay que hacerlos lo más parecido posibles, pero así se ve que son artesanales.
Cada detalle cuenta y como veis van tomando forma y color.
Preparados para salir pitando al cumpleaños de Alejandro.
Cada uno llevaba su etiqueta personalizada.
La bolsita y su precinto mantiene la frescura de cada galleta.
Preparados para llegar a su destino.
Espero que os hayan gustado, a mí me encantó hacerlos. Otra vez Muchas Felicidades.
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